los diferentes tipos de hinchas.
El hincha incondicional: este siempre estará con su equipo en las buenas, malas y peores.
El Hincha de ocasión: este es muy común en todas las barras, solo hace su aparición en los partidos "importantes", ¿qué no se supone que para un hincha todos los partidos son importantes?
El hincha "carne de cañón": este tipo de hincha se mueve en grupo, son los típicos radicales que no les arecen los manejos u organización de la barra y ellos siempre van al frente de las batallas.
El hincha perro: este tipo de hinchas solamente alardean, se siente los más fuertes y los que pueden acabar con las demás hinchadas, pero a la hora de la batalla son los primeros que salen huyendo.
Estos son solo algunos tipos de hinchas, son con los que nos encontramos cada 8 días en la cancha, si tú conoces algún otro tipo postéalo.
lunes, 31 de marzo de 2008
jueves, 13 de marzo de 2008
El corazón de cualquier barra
este es el mensaje que dejan los hinchas del Alianza lima después de haber hurtado gran parte de los instrumentos y banderas de la hinchada de la U, pero tienen razón el corazón de una barra son los instrumentos porque con ellos se pueden provocar todas la emociones ya sea en contra o a favor del equipo, es el corazón que late al ritmo del partido, los trapos son la piel de una hinchada y los instrumentos son el corazón y sin corazón nada puede funcionar.
creo que este video k encontré de casualidad es un buen reportaje, muestra en realidad que es una barra y el sentimiento que se debe tener para poder pertenecer a esta, organización es lo que le falta a muchas hinchadas de México, las únicas que en dado caso pudieran marcar un precedente al poder algún día conseguir este tipo de hazañas son las barras del norte del país que cuentan con una gran organización y disposición de sus hinchas al grado de dejar la vida por sus colores.
Chéquenlo es muy bueno
creo que este video k encontré de casualidad es un buen reportaje, muestra en realidad que es una barra y el sentimiento que se debe tener para poder pertenecer a esta, organización es lo que le falta a muchas hinchadas de México, las únicas que en dado caso pudieran marcar un precedente al poder algún día conseguir este tipo de hazañas son las barras del norte del país que cuentan con una gran organización y disposición de sus hinchas al grado de dejar la vida por sus colores.
Chéquenlo es muy bueno
miércoles, 12 de marzo de 2008
La magia del balon
Llego a mis manos una película, yo pensaba que era una más entre muchas que hablan de futbol, pero oh sorpresa que me lleve, al terminar de verla me di cuenta de muchas cosas; la cinta al parecer se llama “Real Madrid”.
En concreto el filme habla de cómo una pasión puede vivirse de la misma forma en diferentes partes del mundo, claro siempre destacando a la institución madrileña, sus escuelas, instalaciones, jugadores y sin duda alguna sus aficionados no importando la edad, desde esos contemporáneos de Di Stefano que lo vieron llegar y consagrarse como uno de los grandes y por otro lado están los más jóvenes que ahora adoran a el eterno Raúl.
Pero más allá de los alcances que puede tener una institución de tanta jerarquía, me di cuenta que los colores de la camiseta no eran la única razón que los hacía iguales, un balón, sin lugar a dudas puede quitar esas barreras de razas, religiones y lenguas, tan solo un balón, nos llega a convertir en hermanos, hermanos de una misma ideología.
Aunque para algunas personas parezca absurdo, es una realidad, tan solo una “pelotita” puede volver locas a muchas personas y de distintas formas, esa esférica engloba diversos significados, desde el atlético hasta el económico.
Deportivamente hablando nos gusta porque de esta forma podemos demostrar cierto poder que la misma sociedad nos ha limitado, un poder que nos satisface, nos llena, nos hace sentir los dueños del mundo. Y en realidad esa es la esencia del futbol, competir.
Pero en los últimos años esta esencia se ha transformado, ha tomado nuevos rumbos, los rumbos de la mercadotecnia, basta decir por ejemplo que cada cuatro años o bueno, cada competencia tenemos un nuevo balón con un nombre propio cada uno (Tango, Roteiro, etc.), si nos remontamos y hacemos un poco de memoria este ya no es el mismo con el que jugaban aquellos mineros ingleses, un balón hecho de cuero puro y que costaba trabajo poder elevarlo debido a su peso, o aquel que durante muchos años de la época profesional tenia pentágonos y hexágonos como gajos, ahora los gajos son amorfos y su peso es variable ya qué las compañías tratan de hacerlos más livianos e inflarlos con gases especiales.
Pero la esencia sigue ahí dentro, azul, rojo o verde como actualmente es el balón de la liga mexicana, el color no importa, porque más allá de que tú y yo seamos aficionados de un equipo, somos aficionados al futbol, que viven, respiran, demuestran esa pasión, una pasión por competir, porque no solo en los grandes estadios se vive, tan solo sal de tu casa y observa a tu alrededor, la pasión se vive en la calles, en las escuelas, en los llanos, no hacen falta patrocinadores, uniformes y calzado de alta tecnología, es lo menos importante, siempre existirá un balón de cuero o de papel, lo importante es disfrutar ese momento en que se olvidan problemas, conflictos, guerras, ese momento en que el niño ecuatoriano o africano es similar al que vive totalmente del otro lado del mundo, porqué no importa el material con el que este hecho un balón, un balón nos comunica, hace entendernos sin necesidad de palabras.
Aunque parezca increíble hasta el más escéptico cae rendido ante la magia del balón, ese misticismo que está encerrado en el esférico es muy grande, tan grande que recordémoslo, en el Mundial del 98, Estados Unidos e Irán olvidaron sus conflictos para disputar un partido oficial, bueno y para no perder la costumbre los norteamericanos ganaron; pero ahí se demostró que en tan solo 70 centímetros de circunferencia existe algo inexplicable, algo que nos demuestra que a final de cuentas cada raza, religión y estrato social viven la misma pasión, una pasión que tan solo, esta encerrada en un balón.
En concreto el filme habla de cómo una pasión puede vivirse de la misma forma en diferentes partes del mundo, claro siempre destacando a la institución madrileña, sus escuelas, instalaciones, jugadores y sin duda alguna sus aficionados no importando la edad, desde esos contemporáneos de Di Stefano que lo vieron llegar y consagrarse como uno de los grandes y por otro lado están los más jóvenes que ahora adoran a el eterno Raúl.
Pero más allá de los alcances que puede tener una institución de tanta jerarquía, me di cuenta que los colores de la camiseta no eran la única razón que los hacía iguales, un balón, sin lugar a dudas puede quitar esas barreras de razas, religiones y lenguas, tan solo un balón, nos llega a convertir en hermanos, hermanos de una misma ideología.
Aunque para algunas personas parezca absurdo, es una realidad, tan solo una “pelotita” puede volver locas a muchas personas y de distintas formas, esa esférica engloba diversos significados, desde el atlético hasta el económico.
Deportivamente hablando nos gusta porque de esta forma podemos demostrar cierto poder que la misma sociedad nos ha limitado, un poder que nos satisface, nos llena, nos hace sentir los dueños del mundo. Y en realidad esa es la esencia del futbol, competir.
Pero en los últimos años esta esencia se ha transformado, ha tomado nuevos rumbos, los rumbos de la mercadotecnia, basta decir por ejemplo que cada cuatro años o bueno, cada competencia tenemos un nuevo balón con un nombre propio cada uno (Tango, Roteiro, etc.), si nos remontamos y hacemos un poco de memoria este ya no es el mismo con el que jugaban aquellos mineros ingleses, un balón hecho de cuero puro y que costaba trabajo poder elevarlo debido a su peso, o aquel que durante muchos años de la época profesional tenia pentágonos y hexágonos como gajos, ahora los gajos son amorfos y su peso es variable ya qué las compañías tratan de hacerlos más livianos e inflarlos con gases especiales.
Pero la esencia sigue ahí dentro, azul, rojo o verde como actualmente es el balón de la liga mexicana, el color no importa, porque más allá de que tú y yo seamos aficionados de un equipo, somos aficionados al futbol, que viven, respiran, demuestran esa pasión, una pasión por competir, porque no solo en los grandes estadios se vive, tan solo sal de tu casa y observa a tu alrededor, la pasión se vive en la calles, en las escuelas, en los llanos, no hacen falta patrocinadores, uniformes y calzado de alta tecnología, es lo menos importante, siempre existirá un balón de cuero o de papel, lo importante es disfrutar ese momento en que se olvidan problemas, conflictos, guerras, ese momento en que el niño ecuatoriano o africano es similar al que vive totalmente del otro lado del mundo, porqué no importa el material con el que este hecho un balón, un balón nos comunica, hace entendernos sin necesidad de palabras.
Aunque parezca increíble hasta el más escéptico cae rendido ante la magia del balón, ese misticismo que está encerrado en el esférico es muy grande, tan grande que recordémoslo, en el Mundial del 98, Estados Unidos e Irán olvidaron sus conflictos para disputar un partido oficial, bueno y para no perder la costumbre los norteamericanos ganaron; pero ahí se demostró que en tan solo 70 centímetros de circunferencia existe algo inexplicable, algo que nos demuestra que a final de cuentas cada raza, religión y estrato social viven la misma pasión, una pasión que tan solo, esta encerrada en un balón.
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